Desde que lo conocí, siempre he admirado y envidiado a las familias que educan a sus hijos en el hogar... a lo largo de una año he podido ser una de ellas.

Creo que la educación debería estar centrada en el niño y no en el sistema, así criaríamos a niños más felices y capaces. Creo en mis hijos y quiero hacerles ver que todo es posible, que es cuestión de intentarlo.